Una mujer transformó un avión abandonado en un hogar lujoso después de haberlo comprado por un precio increíblemente bajo. A principios de la década de 1990, la protagonista de esta verdadera historia había perdido su casa y se encontraba en una situación difícil.
Había sufrido una gran pérdida y luchaba por encontrar la manera de retomar el control de su vida. Susan vivía en Mississippi, una ciudad en EE.UU. que fue devastada por un huracán en 1993. Su casa fue destruida por completo. Superar una crisis así requiere encontrar la fuerza interna para seguir adelante.
Susan no sabía qué hacer. Acababa de perder a su pareja, quien había sido su mayor apoyo. Susan era una sencilla esteticista que trabajaba en un salón de belleza. Como madre, decidió usar sus últimos ahorros para comprar una caravana, con la esperanza de encontrar un techo para ella, su hijo y su hija.
Sin embargo, por ese precio solo podía permitirse «ruinas» viejas e inhabitable. Entonces, algo extraño ocurrió en su vida: una amiga de su difunto esposo le sugirió explorar una nueva posibilidad: un avión abandonado, donde construir una casa parecía relativamente factible.
Siguiendo este consejo, Susan se interesó por un Boeing 747 que había estado en servicio desde la década de 1960 y que ahora se iba a retirar y ser desechado. Con la ayuda de un amigo, que luego se convirtió en su esposo, encontró una solución a su problema.
La mujer compró el avión por solo 2.000 dólares, aunque el costo de la entrega e instalación fue algo más alto.
El avión fue colocado en una hermosa pradera cerca de un lago, descansando sobre pilares de concreto estables.
Aprovechó esta oportunidad para adquirir un hogar único en el mundo. Además, resultó ser una residencia enorme y cómoda, equipada con todo lo necesario para una vida confortable. Las comodidades incluían un jacuzzi y un baño con vistas al lago. Parece increíble, pero es realmente un milagro.