La fortuna de Keanu Reeves se estima en unos 400 millones de dólares. Una riqueza así podría permitirle a él, a ti o a tus hijos satisfacer todos sus deseos. Es difícil imaginar cómo gestionar tal fortuna y fama sin sucumbir a su presión. Sin embargo, Keanu Reeves es diferente. Vive sencillamente, como una persona común.
Se le puede ver sentado entre la gente en lugares cotidianos, disfrutando de un café barato y comiendo bocadillos comunes. Las pruebas están en Instagram, no a través de publicaciones de Keanu mismo, sino mediante fotos compartidas por visitantes anónimos. Hasta hace poco, Reeves había evitado las redes sociales.
Él elige usar el transporte público y cede sistemáticamente su asiento a quienes lo necesitan. Su vida ha estado marcada por la tragedia. Nació en Beirut, Líbano, y su padre fue encarcelado por tráfico de drogas. Keanu y su madre se mudaron a Australia y luego a Canadá, donde recibió una educación tradicional.
En 1986, Keanu llegó a Los Ángeles para comenzar su carrera como actor. A pesar de los papeles principales y los generosos cheques de pago, la fama no lo corrompió. Nunca se ha visto envuelto en escándalos ni ha mostrado comportamientos excéntricos. Su vida personal ha estado marcada por romances breves. En 1998, Keanu conoció a Jennifer Syme, su primer gran amor.
Su hija estaba prevista para nacer en el año 2000, pero trágicamente falleció antes del parto debido a una malformación cardíaca. En 2001, Keanu perdió a Jennifer en un accidente de tráfico.
En 2003, su querida hermana Kim fue diagnosticada con leucemia. Keanu interrumpió muchos proyectos, casi abandonando la actuación, para pasar todo su tiempo con ella y apoyarla en su lucha contra la enfermedad. Afortunadamente, ella se recuperó después de algunos años.
Una vez dijo: «El dinero es lo último en lo que pienso. Podría vivir con lo que ya he ganado por siglos». He admirado la vida de Reeves durante muchos años; personas así siempre me inspiran. Se podría decir de él: «Amigo, eres realmente increíble. Me gustaría estrecharte la mano y seguir tu ejemplo».
