Una entrevista con John Wines, el electricista que iluminó America’s Got Talent
John Wines, un instructor de música y ex electricista de 59 años de la costa sur del Reino Unido, tomó la audaz decisión de subir al escenario de America’s Got Talent, cautivando tanto al público como a los jueces.
Durante años, John les había dicho a sus alumnos que fueran valientes y no tuvieran miedo de las actuaciones públicas. Ahora, él seguía sus propios consejos. Al subir a uno de los escenarios más prestigiosos del mundo, se sintió invadido por una mezcla de asombro y determinación para poner en práctica los principios que había predicado.
Al principio, su audición fue inestable. Los jueces parecían visiblemente tensos y el público murmuraba, frustrado, mientras afinaba las primeras notas de un riff, que sonaba desafinado y antinatural. Sin embargo, lo que siguió fue mucho más sustancial.
Después de calmarse, John comenzó a tocar una versión de «We Will Rock You» de Queen. El público quedó cautivado por el ritmo familiar, tocado con precisión y energía. A medida que aumentaba la energía en la actuación de John, olvidaron su frustración inicial y comenzaron a aplaudir.
Sin embargo, la mayor sorpresa estaba por venir. John sorprendió a todos con un solo de guitarra eléctrica, mientras los últimos ecos de Queen se disipaban. Sus dedos acariciaban el mástil de la guitarra con la vitalidad y precisión de un joven de la mitad de su edad, y su rostro se iluminaba con el puro placer de tocar. La primera desaprobación se transformó en asombro y respeto, y el público estalló en vítores.
El hombre conocido por sus evaluaciones críticas y a veces mordaces, Simon Cowell, quedó atónito. Incluso el infame Simon se levantó y comenzó a bailar mientras la actuación de John alcanzaba su punto culminante. La ovación de pie que siguió fue una clara indicación de lo mucho que John había impresionado y emocionado.
Cuando John recibió el sí rotundo de los jueces, las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas. Dejando de lado el impresionante talento musical, la audición sirvió como un recordatorio conmovedor de que las personas de todas las edades pueden beneficiarse de seguir sus pasatiempos y desafiarse a sí mismos.
John Wines, un profesor de música del Reino Unido, no solo dejó las escenas como una figura inspiradora, sino que demostró que nunca se debe dejar de soñar y que, a veces, un profesor también debe aprender lo que enseña. Como resultado, el público pidió más. Queremos más. Por favor, consulte lo siguiente: