Nuestra cena se convirtió en una verdadera pesadilla: mi novia y yo solo queríamos disfrutar de una buena comida, pero en su lugar terminamos en el hospital 😣😥 ¡Esto fue lo que ocurrió — tengan cuidado!
Estábamos cenando en un restaurante moderno — un lugar acogedor en el centro de la ciudad, con platos aromáticos y música suave. Todo parecía perfecto… hasta que ella detuvo su tenedor en el aire de repente.
— ¿Ves eso? — me preguntó, señalando su ensalada de aguacate y quinoa.
En la superficie había unas diminutas bolitas negras. Al principio pensamos que eran semillas de chía o algún condimento de moda.
Pero su rostro se tensó:
— Eso no son semillas… ¡se están moviendo!
Nos inclinamos más cerca — y se nos heló la sangre. Las “semillas” realmente se movían. Pequeñas esferas casi transparentes con un punto oscuro en el centro. Eran huevos. Huevos de algún insecto. En la comida.
Primero fue el shock, luego el grito. Los camareros corrieron hacia nosotros, intentaron explicar algo, pero ya estábamos llamando a urgencias. No sabíamos qué criatura había puesto esos huevos, ni si ya habíamos ingerido alguno.
Mi novia entró en pánico — por miedo o por el asco.
En el hospital nos examinaron, nos hicieron análisis, nos recetaron medicamentos “por precaución” y nos pidieron que estuviéramos atentos a los síntomas. En cuanto al restaurante… presentamos una queja formal.
Intentaron justificarlo con “un error técnico” o “ingredientes en mal estado entregados por el proveedor”, pero para nosotros ya no importaba. Después de algo así — la confianza se pierde para siempre.
Desde entonces, cada vez que veo chía, me viene a la mente aquella noche.
