Hoy fuimos, como de costumbre, al supermercado local donde compramos casi todos los productos para nuestra familia. Es una tienda de confianza, todo siempre está fresco y nunca habíamos tenido ninguna queja 🤔🤔. Esta vez compramos una docena de huevos — nada hacía presagiar lo que vendría. En casa, al preparar el desayuno, rompí un par de huevos y noté algo extraño en su interior.

Eran unos pequeños grumos resbalosos, parecidos a trocitos de una especie de baba. 😲 Casi me da un vuelco el estómago — lo primero que pensé fue: ¿acaso hay larvas o algún tipo de insecto dentro del huevo? 😨 Pero decidí buscar en internet qué podía ser eso, y lo que descubrí me dejó en shock 😢. Menos mal que lo vi a tiempo y no llegamos a comerlos 😳. Te cuento qué era exactamente, y te aconsejo estar muy atento.
Era desagradable incluso mirarlo, y ni hablar de comerlo. Mi esposo propuso ir directo al supermercado y pedir que nos devolvieran el dinero, pero preferí investigar primero si alguien más se había encontrado con algo así.

Entramos a internet, leímos reseñas y consejos. Y esto fue lo que descubrimos: eran depósitos de calcio, que en realidad están formados por la misma sustancia que compone la cáscara del huevo.
A veces se forman dentro del huevo por la alimentación de las gallinas o algún desequilibrio en su organismo. Se ven horribles, pero son completamente inofensivos, siempre que no haya contaminación bacteriana.

Sinceramente, no me sentí mucho mejor — igual me resultó imposible comer eso. Pero al menos supe que no eran parásitos ni algo mortal.
Aun así, decidimos revisar mejor los huevos antes de comprarlos y probablemente cambiar de marca. Aunque no sea peligroso, encontrar algo así te quita el apetito por completo.